Los tipos de pruebas son de los factores de más importancia en el mundo de las salas de escape. Le proponemos un escape room en Zaragoza con ambientaciones de lo más variado, desde atmósferas propias para niños hasta ambientaciones en las que la tensión y terror serán solo aptas para los adultos más valientes.
Las salas de escape llevan años de moda, y hasta hace relativamente poco tiempo, abrir uno de estos establecimientos suponía un éxito seguro al responsable.
La inversión no era muy grande y los beneficios estaban asegurados… pero a lo largo de los últimos años, la tecnología está cada vez más presente, así como complejos sistemas para hacer las experiencias más atractivas a los asistentes.
Actualmente, hay salas de escape en Zaragoza y otros lugares de España que integran sistemas tecnológicos audiovisuales de gran coste. El precio de los dispositivos debe amortizarse relativamente pronto para que rente el negocio, lo que propicia un desfase de los antiguos escape room.
Temáticas hay muchas en el mundo de las salas de escape, muchas de ellas tendentes a temas relacionados con el misterio, el terror, situaciones apocalípticas o catastróficas…
Podemos distinguir dos tipos de pruebas o juegos: aquellos destinados a un público adulto no impresionable fácilmente, y los dedicados a niños o personas a las que no les agradan los sustos, los gritos repentinos, la visión de sangre (aunque sea falsa)… Una de los cambios que han experimentado las salas de escape a lo largo de la última década no solo tiene que ver con la tecnología, sino con el público a que están destinados los juegos.
La ambientación será fundamental en una historia que, finalmente, discurrirá por caminos muy diferentes dependiendo de varios factores.
La historia no variará en función de lo que escriban guionistas ni de lo que diga el gamemaster, sino que evolucionará por la propia acción de los jugadores. Serán ellos, colaborando, quien traten de salir de la habitación y así conseguir superar la prueba.
Para conseguirlo, habrá que ir solventando una serie de acertijos y de enigmas, planteados a través de elementos como puzles o adivinanzas. También existen artilugios propios de este tipo de juegos, como son los criptex.
Esta denominación se le da a un aparato aparecido en la novela El Código da Vinci. Se trata de un cilindro compacto y con numeración móvil, numeración que habrá que mover hasta dar con la clave correcta.
El problema del criptex es que no está hecho para ser tratado con descuido; la protección del contenido se da por una porción de ácido acético que contiene y que, al moverse bruscamente o romperse, diluirá las palabras escritas en el interior del criptex, haciendo imposible el descifrado.
Por eso hay que tener paciencia en los juegos de salas de escapa. Por eso hay que colaborar. Por eso no hay que ser narcisista e intentar parecer superior ante los demás.
La ilusión por resolver rápidamente un difícil enigma no está reñida con las ganas de colaborar con los demás. De hecho, tanto este como otros juegos en equipo también son interesantes para grupos de trabajo, para amigos…
Es un original modo de conocer facetas de las personas que, quizá, nos sorprendan, tanto para bien como para mal. Por otro lado, la seguridad es total en lugares en donde las normas de seguridad han de ser muy estrictas.
El gamemaster estará siempre al tanto de que todo ocurra no según lo previsto (porque en los escape room pocas cosas hay previstas), sino sin incidencias incómodas o peligrosas para los trabajadores o para los propios jugadores.
Es posible que nunca haya acudido a una sala de escape y tenga muchas cosas que preguntarnos; por supuesto, puede hacerlo con toda tranquilidad, sea mediante el formulario de la página web o el teléfono.